EL TURISMO COMO MECANISMO DE VIGILANCIA
- Antropococo
- 10 jun 2020
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El turismo afecta a la cultura, ya que esta debe ser adaptada para convertirse en un producto que se pueda vender y consumir. ¿Pero cuáles son las consecuencias de esta comercialización?

No podemos obviar que en la actualidad, el turismo supone un fenómeno social que guarda una estrecha relación con el sistema de mercado. Para construir un turismo productivo, debe venderse la ciudad y su cultura de modo que resulte atractivo como destino turístico transnacional.
El hecho de vender la ciudad para suscitar el agrado de los turistas, puede representar una pérdida, una reconstrucción o una simplificación de los valores culturales, de acuerdo con la crítica de las Industrias Culturales de Marcuse.
Noel B. Salazar, aportaba a esta tesis la perspectiva de vigilancia y castigo de Focault, deduciendo que esa pérdida de identidad podría deberse a la comprensión de un turismo como herramienta de vigilancia, que como benefactor del consumo cultural de un país extranjero, obliga, a los países receptores a atraerles mediante una construcción cultural autóctona que sea tolerable para los mismos turistas. En este sentido, Salazar, también advertía, no obstante, de que esta concepción suponía ningunear la autonomía de los pueblos receptores que también construyen nuevas identidades atractivas para el turismo, porque quieren beneficiarse del mismo y sacar rédito económico de manera voluntaria. Creo, no obstante, que esta afirmación puede ser cierta en territorios donde no exista una dependencia económica del sector turístico, pero en los lugares donde esta dependencia exista, este fenómeno deja de ser una opción para establecerse como una obligación.
Y es por ello que los territorios dependientes económicamente, son más sensibles a la aculturación, o al desdibujamiento de la propia cultura con motivo del turismo de masas, que los países menos dependientes. De modo que el turismo acaba afectando a aquellas culturas donde su población es más vulnerable, porque deben destacar aquellos aspectos que agradan a los turistas y desdibujar los que no son comercializables.
Escrito por: Pol Antúnez
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