Ritual de Peregrinación a la Meca, según Dale F. Eickelman (2003)
Dice Eickleman en su ensayo ‘Antropología del Mundo Islámico’ (2003), sostiene que la Meca, se podría determinar cómo el centro espiritual del mundo musulmán. Durante años, esta definición del ritual de peregrinación tenía una significación directa en la religión. Aunque actualmente el Islam sigue teniendo una influencia directa en el simbolismo y la estructura del ritual, la base de seguimiento de este se ha ampliado durante el transcurso del tiempo.
Esta ampliación de las bases populares, tiene una relación directa con la gran variedad de identidades que coexistían en el mundo árabe. El líder egipcio Gamal Abdel Nasser (1917-1970), fue uno de los grandes referentes en la apertura a la diversidad del contexto árabe, tanto en el ámbito sociopolítico, cómo en el ámbito cultural y religioso. Esta apertura se llevaba a cabo en un contexto de apogeo del movimiento nacionalista árabe entre los años 1950 y 1960, y durante este periodo el ritual de peregrinación empezó a reconocer, además de la identidad religiosa, el concepto de identidad árabe, reconociendo a la vez las particularidades que sostiene (Identidad, sunii, identidad shií…).
Dentro de todo este contexto, el autor nos describe el funcionamiento del ritual, que consta de nueve pasos con sus propiedades simbólicas características, estos son los siguientes:
1. Se debe llevar el ihram, una túnica blanca que simboliza, para muchas personas, la búsqueda de la pureza y el alejamiento de lo mundano. Se debe poner el ihram antes de llegar a los hitos que marcan los confines de la Meca. En este espacio se prohíben las peleas, así como llevar joyas y adornos personales. El recorrido marca el camino hacia el haram, el recinto sagrado de la Meca fundado por Abraham y confirmado por Muhammad. Si las personas peregrinas llegadas a este punto afirman su intención de peregrinar, pueden entrar en el recinto. Este espacio también marca los límites para lxs no musulmanes, lxs cuales tampoco podrán cruzar a partir de este punto.
2. En el octavo día del mes lunar de Dhu l-Hiyya, los peregrinos se dirigen a Mina, un poblado deshabitado, situado a ocho kilómetros de la Meca, donde pasan la noche meditando y rezando.
Fuente: El país.com
3. A la mañana siguiente, los peregrinos se desplazan a Arafat, donde permanecen meditando y rezando en el monte de la piedad, siempre mirando hacia la Meca. Este es el rito principal de la peregrinación, por lo que hace que algunos quieran extenderse hasta el mediodía, o incluso, subir los 650 m de cuesta en el monte, para contemplar el espacio donde se dice que el profeta pronunció su último sermón.
Fuente: El País.com
4. Justo antes de la puesta del sol, nos explica Eickleman, resuena un cañón y las personas peregrinas se dirigen a Muzdalifa, región situada a pocos kilómetros de Mina. Allí rezan y duermen bajo las estrellas, además de hacerse con algunas piedras que deberán arrojar al día siguiente. Por la mañana, regresan a Mina, y ahí deben arrojar sus piedras contra tres pilares de color blanco, los cuales representan la figura de Satanás, que en tres ocasiones trata de convencer a Abraham de desobedecer el mandato de Dios de sacrificar a su hijo. Este lanzamiento de piedras simboliza el rechazo al diablo.
Fuente: Vaonoticias
5. Llega la Fiesta del Sacrificio (Id al-Kabir), y en este espacio los que pueden permitírselo compran un cordero u otro animal para el sacrificio y donan parte de él a lxs pobres. La fiesta del sacrificio es una referencia también al sacrificio de Abraham. Esta parte, además tiene la particularidad, de que es seguida también por lxs musulmanes, que no están realizando la peregrinación. Una vez consumado el sacrificio, los hombres se rapan la cabeza, y las mujeres se cortan un mechón de pelo para simbolizar su desconsagración. Esta parte del ritual libera parte del carácter sagrado de la peregrinación, y da pie a que los peregrinos pudieran quitarse ya el ihram, y pudieran bañarse, aunque siguen, en este punto, teniendo prohibidas las relaciones sexuales.
Fuente: El mundo
6. Después regresan a la Meca y cumplen el tawaf (dar siete vueltas alrededor de la Kaba recitando cada vez una plegaria). Mientras dan las vueltas del tawaf, las personas peregrinas intentan tocar la piedra negra insertada, por uno de sus extremos. Estas vueltas simbolizan la unidad entre Dios y el hombre, y entre el cielo y la tierra, además de recordar la figura del patriarca Abraham en la Kaba.
Fuente: The Malasian reserve
7. Los y las peregrinas, posteriormente, representan la búsqueda de agua por Agar, la esposa de Abraham. Agar corría desesperada en todas direcciones buscando agua para ella y para su hijo, cuando se le apareció el ángel Gabriel, para socorrerla, golpeando la tierra y haciendo aparecer agua. Para recrear eso, los peregrinos beben agua de la fuente, antes de empezar a correr.
8. Acto seguido, se vuelve a Mina, donde le lanzan de nuevo piedras contra los tres pilares, siete para cada uno por cada día de peregrinación, en este proceso ya se pueden ver a sus amistades, incluso pueden realizarse las últimas visitas antes de volver.
9. Volver a Casa: Fase final de vuelta al domicilio particular.
Fuente: Antropología del Mundo Islámico (Eickelman, 2003).
Bibliografía:
Eickelman, D. F. (2003). Antropología del mundo islámico. Barcelona: Bellaterra.
Escrito por: Pol Antúnez.
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