Los que esperéis una recopilación fidedigna sobre los relatos fundamentales de la mitología nórdica, os quedaréis exactamente en el mismo lugar que los que aguardáis expectantes, la aparición de un estilo y de una trama habituales en cualquier obra de Gaiman. Este libro, por lo tanto, debe entenderse cómo lo que es, una adaptación personal de distintos mitos nórdicos cuyo hilo argumental explora desde la formación de los distintos mundos originarios (Asgard, Alfheim, Nidavellir, Midgard, Jotunheim, Vanaheim, Niflheim, Muspell y Heim), hasta las peripecias de Odín y de los dioses que le resultan más allegados.
Teniendo en cuenta esta perspectiva, podemos entender a la perfección la pasión del autor por el mundo vikingo y por el sistema de creencias estructurado alrededor de este, un hecho que le lleva según nos indica en la introducción del libro, a querer recuperarlo y adaptarlo al público actual:
“Gran parte de las historias nórdicas se han perdido. Es mucho lo que ignoramos. Solo conservamos algunos mitos, que han llegado hasta nosotros en forma de cuentos populares o de reelaboraciones en verso o en prosa de antiguas historias. […] Leed las historias del libro y hacedlas vuestras…”
Esta adaptación consta de 16 historias breves sobre los dioses y el universo de la mitología nórdica, a las que, se les añade una introducción del autor, una presentación de los personajes principales y un glosario muy detallado sobre los principales conceptos que aparecen escenificados en cada historia. Cada espacio narrativo es independiente del anterior, aunque siempre suele contar con los mismos protagonistas, los dioses que residen en Asgard. Odín es sin duda el objeto de máxima atención, tanto en las dos primeras historias, que describen la estructuración de los distintos mundos (‘Antes del comienzo y después’ y ‘Yggdrasil y los nueve mundos’), como en las siguientes, las cuales describen el día a día de los dioses. Esto es algo intencionado, teniendo en cuenta que Odín es considerado el Dios entre los dioses y la referencia principal en el mundo de Asgard. Además, ayuda de manera evidente a estructurar una coherencia entre los distintos mitos.
No obstante, aunque exista cierta coherencia entre los relatos, el libro no tiene una lógica que facilite su comprensión, más bien todo lo contrario. El desarrollo de los acontecimientos obedece a una manera de ver el mundo muy distinta a la que podemos tener nosotros cómo occidentales, y debemos estar preparados para ello, porque esto puede generar un profundo rechazo moral sobre cada suceso acontecido, que tendremos que ir superando según avancemos en el libro.
Esto se debe, en primer lugar, a la violencia encarna
da en las historias, por parte de personajes como Odín, Balder o Thor, pero también a la capacidad de manipulación de dioses como Loki, al que no le importa provocar guerras, matar a gente o incluso atacar a su propia descendencia con tal de satisfacer sus aspiraciones personales.
Pese a esa lógica perversa y a un estilo narrativo muy distinto a lo que podemos estar acostumbrados, también podemos ver en los relatos, elementos con los que sí podemos empatizar.
Uno de ellos, es sin duda el retrato de nuestros principales defectos desde una perspectiva absolutamente ‘shakespereana’. Los dioses se humanizan de manera constante, cayendo en defectos propios de cualquier ser humano corriente, como pueden ser la envidia, la codicia, la traición, la ira o la lujuria. Algo que también es frecuente en la mitología clásica, teniendo en cuenta que los dioses del olimpo, en la Antigua Grecia, tenían actitudes similares en cada una de sus aventuras.
En un segundo plano, el antagonismo de Loki con el resto de Dioses de Asgard es algo que también resulta muy atractivo y que nos hace conectar de manera muy concreta con cada uno de los personajes que, en medio de esta guerra fría, expresarán una relación de amor y odio, de tensión constante y de distensión que mantiene al filo la paz entre los distintos mundos, algo muy parecido al tipo de relaciones que podemos tener con cualquier persona con la que tengamos cierta afinidad o rivalidad.
Por tanto, y a modo de conclusión, pienso que se trata de un libro recomendable para aquellos amantes de la literatura más fantástica y extravagante, tanto por la peculiaridad de sus historias, de sus mundos y sus personajes, como por la agresividad de sus tramas, en un marco en el que además podremos comprender y profundizar en la mentalidad, la organización y la visión del mundo de la sociedad vikinga, a través la figura de cada uno de sus dioses, pudiendo incluso llegar a identificarnos con algunos de ellos.
Escrito por: Pol Antúnez
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